EN QUÉ CONSISTE EL TRATAMIENTO FACIAL CON BOTOX?
Los tratamientos con Botox® son rápidos, sin dolor (se aplica un anestésico tópico), mínimamente invasivos y costo-efectivos. Es una forma sencilla de contrarrestar los signos de envejecimiento precoz.
El Botox® es un medicamento extraído de la bacteria Clostridium botulinum. En pequeñas dosis esta toxina puede curar espasmos musculares dolorosos.
La toxina botulínica bloquea los impulsos nerviosos, paralizando temporalmente los músculos que producen las arrugas, esto proporciona una piel más lisa y una apariencia refrescada.
No todas las pieles envejecen igual. Existen factores internos y externos que determinan cómo y cuándo se produce este deterioro. La edad aparente no siempre coincide con la edad real, parte del envejecimiento depende del estilo de vida, del medio ambiente y de la gesticulación cotidiana.
Las líneas de expresión se forman con los gestos diarios. Enojarse, reírse o sorprenderse causa un movimiento involuntario en algunos músculos y con ello se forman o acentúan las arrugas.
Botox® es un tratamiento:
- Sencillo: su aplicación es rápida, pues se aplica en el consultorio en cuestión de minutos.
- Seguro: no requiere anestesia, pues es un procedimiento no quirúrgico.
- Eficaz: sus resultados son rápidos, a las 72 horas se nota el cambio y el efecto dura de 3 a 6 meses.
Botox® se aplica en las líneas “de expresión” que se forman en la frente, el contorno de los ojos (patas de gallo), entrecejo, labios (zona peribucal), nariz (surcos naso genianos) y cuello.
Botox® relaja el músculo logrando desaparecer las arrugas. Su aplicación se realiza en pequeñas áreas del rostro por lo que no se pierde la expresión natural del mismo.
Botox® no tiene restricción de edad, se puede aplicar preventivamente, desde muy joven o de manera correctiva a edad adulta, aplicándolo, tanto en hombres como en mujeres.
Estudios clínicos de prestigiados investigadores en muchas partes del mundo respaldan la efectividad de Botox®.
El Procedimiento:
Antes de la aplicación del producto se utiliza un anestésico local tópico, una vez absorbido este anestésico se realiza el procedimiento. El Botox® se inyecta a través de la piel utilizando una aguja muy fina dirigida a los músculos por tratar. En general, los pacientes experimentan molestias mínimas. El tratamiento se lleva a cabo en cuestión de minutos. El paciente no debe interrumpir las actividades cotidianas, pero es recomendado evitar la exposición al calor excesivo, al sol y es mejor evitar ejercicios por 72 horas. En algunos pacientes pueden ocurrir pequeños hematomas en la zona tratada, estos desaparecen rápidamente y pueden ser fácilmente ocultados con maquillaje.
Los resultados se pueden observar en pocos días y duran hasta 6 meses.
Efectos Secundarios:
Se han reportado reacciones adversas en muy pocas ocasiones. Algunos efectos secundarios incluyen: caída temporal del párpado, náusea, dolor localizado, infección, inflamación, sensibilidad, hinchazón, enrojecimiento y / o sangrado leve.
Dysport®:
Esta es otra toxina botulínica con propiedades ligeramente diferentes. Las dosis y el inicio de la acción son diferentes.